La primera vez que la probé fue en casa de mi tía Ana María. Mira que tiene arte con los postres.... y de su cocina, pasó a la de su hermana y, a la vez, mi madre.
Es un poco peculiar, no es una tarta al uso, pero a mí me encanta. ¿Listos?
Ingredientes:
4 huevos frescos
1 vaso de harina
1 vaso de azúcar
1 vaso de leche
4 o 5 manzanas, peladitas, laminadas finas y cortadas por la mitad
1 cdta. de levadura
Para el almíbar:
3 cucharadas de azúcar
zumo de 1 limón
3 cucharadas mermelada de albaricoque
Se unta el molde con mantequilla. Se pone papel de horno.
En un bol mezclamos la harina, la levadura y el azúcar.
En otro bol mezclamos los huevos con la leche.
Empezamos con el lío, el montaje. Como la cosa va en capas, os indico el orden:
1.- Sobre el molde colocamos la mezcla de harina y azúcar ayudándonos con una cuchara. Se trata de esparcirlo bien, pero cubriendo toda la base.
2.- una capa de manzana laminada encima.
3.- una capa de la mezcla de leche y huevo.
4.- una capa de manzana.
5.- una capa de leche y huevo.
6.- una campa de la mezcla de harina y azúcar.
7.- una capa de manzana
8.- una capa de leche y huevo.
La última capa, sí, es la de la mezcla de leche y huevo. Todo esto que parece imposible, lo llevamos al horno precalentado a 180º hasta que veamos que se ha cuajado.
Mientras, preparamos el almíbar. Ponemos un cazo al fuego con todos los ingredientes (el azúcar, el zumo del limón y las cucharadas de mermelada). Removemos hasta conseguir la consistencia deseada y reservamos.
Solamente nos queda pincelar con él nuestra tarta de manzana recién salidita del horno. Uhmm..... riquísima!